sábado, septiembre 01, 2012

Regreso al futuro

La primera vez que estuve en Grecia fue hace ya bastante tiempo, antes del euro, cuando la moneda circulante en el país era el dracma y no disponíamos de fotografía digital. Cargado con mi réflex Olympus me traje un buen montón de imágenes plasmadas en diapositivas que hace algún tiempo me propuse digitalizar.



Arduo trabajo. Al poco tiempo me di cuenta de que iba a tardar una eternidad y que lo más fácil sería volver, regresar a aquella Grecia que nos fascinó a mi mujer y a mí. Además, para mi hija pequeña, fascinada por la historia del arte y enamorada de la mitología griega, Grecia era un destino más que prometedor. Lo del regreso también es aplicable al actual dracma griego que viven sus habitantes por las duras medidas económicas impuestas por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional. Del dracma al dracma.
¿Y por qué eso de regreso al futuro? Recurriendo al título de la película de 1985 escrita y dirigida por Robert Zemeckis, lo nuestro es un viaje al futuro que nos espera en España para los próximos meses debido al adelanto que nos llevan los griegos. Y es que llevamos el mismo camino: subida de impuestos, bajada de salarios y amplios recortes sociales, los más temibles, en sanidad y educación. En sanidad empiezan hoy, donde de un plumazo, cientos de miles de personas dejan de tener derecho a asistencia médica. Nuestros padres lucharon por unos logros sociales que, a día de hoy, estamos asistiendo a una auténtica dilapidación de la herencia que nos legaron. ¡Qué triste!

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