Habitualmente, durante la primavera-verano, y dependiendo de la disponibilidad de agua, las fuentes funcionan de manera alterna en dos grupos de cuatro fuentes los miércoles, sábados, domingos y festivos. Pero ver las ocho fuentes, de una tacada, sólo es posible tres veces en el año.
Empezando por la Carrera de Caballos, la fuente dedicada al dios Neptuno, no resulta necesario seguir ruta alguna. La consigna, seguir al empleado del Patrimonio Nacional, enarbolando la bandera de España, y a todo el gentío siguiendo sus pasos.
La Cascada Nueva, si bien una de las menos llamativas, es la que nos da una idea de la impresionante concurrencia en los jardines del Real sitio.
Le sigue la fuente de Los Vientos, realmente llamativa...
...como también lo es El canastillo, donde a medida que avanza el espectáculo resulta inevitable acabar empapado a aquellos afortunados de las primeras filas.
Las ocho calles se congregan en una plaza octogonal en la cual, en cada ángulo, una fuente sigue aportando el frescor necesario para soportar tan caluroso evento.
La siguiente fuente supone también un nuevo remanso de frescor y empapamiento añadido: Las ranas.
Y finalizamos con La Fama, impresionante por el chorro de agua que lanza a un cielo azul tan limpio y despejado como el de San Ildefonso en estas fechas.
De algo puedo presumir: ¡yo estuve allí!
1 comentario:
Y de mucho más puedes presumir, porque vales oro...eres un tío genial, que lo sepas...
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